La devaluación y la inflación significaron un cóctel explosivo para el sector inmobiliario: el crédito desapareció, las operaciones cayeron 12% en Capital Federal y los precios bajaron por primera vez desde 2012.
El mercado espera que este año el repunte estará vinculado con la estabilidad del dólar y que los propietarios acepten contraofertas hasta 10% menores.
Según Reporte Inmobiliario, los valores descendieron 2% en el último trimestre, mientras que los costos de la construcción en dólares bajaron 30%.
El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires indicó que la cantidad de operaciones se desplomó 12,2% en 2018: si bien en el primer cuatrimestre las operaciones subieron 37%, en diciembre cayeron 41%.
Además, una de cada cuatro operaciones en la Ciudad se hicieron con hipotecas durante 2019, pero en diciembre la participación del crédito llegó a 7%.
«Si bien no es un buen momento para comprar porque los precios están muy altos, tampoco se puede garantizar que bajen», afirmó el economista Juan José Cruces a Clarín.
Tomás Seeber , director de la inmobiliaria RG Montes, señaló que que la rebaja en el cierre de las operaciones solía ser del 3 ó 4% y ahora está más cerca del 10%. «En los barrios buenos el precio bajó entre 5 y 7%».
De acuerdo con el Colegio de Escribanos, el monto promedio de las operaciones cayó 26,7% en dólares
En 2018, los valores de las propiedades subieron 7,6% en dólares, principalmente durante el primer cuatrimestre. Los precios de las propiedades se duplicaron entre 2009 y 2018, lo que redujo la rentabilidad de los alquileres.
Bajó 40% en 2018 si se toma el valor del alquiler en dólares, lo que tiempo de repago de la inversión se ubicó en 29 años, 60% más que 12 meses atrás.
La rentabilidad promedio es de 3,4% anual: con 4,3% en Constitución y 2,7% en Puerto Madero es de 2,7%.
Alejandro Juan Bennazar, presidente de la Cámara Argentina Inmobiliaria, remarcó que «lo que está ocurriendo es que el comprador tradicional está haciendo contraofertas bastante importantes y en algunas casos hay reducciones de 7 a 10%».
Pero aseguró que «los valores de las propiedades no han bajado, se han sostenido. Esto ocurre porque las expectativas son positivas: la perspectiva es que parte de los dólares de la cosecha vayan a inversiones inmobiliarias y que en el año electoral se mantenga la estabilidad del dólar con inflación a la baja».
Bennazar indicó que ya empezó a haber más movimiento en las inmobiliarias y proyecta que a partir de abril «deberían reactivarse los créditos».
Cruces establece dos condiciones para que los precios de las viviendas bajen y el mercado se reactive: que «el dólar se mantenga fuerte por dos o tres años» y que la inflación baje. «Le tengo más fe a la primera condición que a la segunda», aseguró a Clarín.
Fuente: IProfesional