Usualmente se concibe a la construcción como la industria de industrias, por su capacidad de movilizar la inversión inmobiliaria, produciendo un derrame sobre diferentes ramas de industrias de materiales e insumos de la construcción, junto a la singular movilización del factor económico laboral, siendo una industria de mano de obra intensiva como particularmente lo es la nuestra, quien aún mantiene un alto componente de mano de obra artesanal.
En nuestro país la construcción contribuye de manera significativa al comportamiento PIB (Producto Interno Bruto), alcanzando entre el año 2011 y el 2020 a un promedio de participación en el total del mismo, en un 5,04%. Ahora bien, desde el 2011 hasta el año 2015 el promedio estuvo por encima de la cifra señalada, casi coincidente con el período durante el cual estuvo vigente el Plan PROCREAR I, cuya iniciativa logró alcanzar un impacto multiplicador muy relevante en el interior del país, movilizando en forma sistemática el mercado de la tierra, el de profesionales, trabajadores y el de corralones de materiales de la construcción. En cambio, a partir del año 2016 la ratio señalada se encontró por debajo de la última cifra indicada y más aún durante el reciente período de pandemia.
Qué aconteció en la última década
Para analizar lo ocurrido en el período señalado nos vamos a valer de los datos de evolución de consumo de cemento portland, según la información histórica proporcionada por la AFCP (Asociación de Fabricantes de Cemento Portland), siendo este un insumo por demás relevante en la construcción y principalmente por el alto impacto que tiene la construcción húmeda en nuestro sistema constructivo, en donde el ladrillo y el cemento, generalmente son la muestra percibida por el público del grado de solidez de la construcción.
En efecto, el siguiente gráfico nos permite visualizar al 3er Trimestre de 2021 una demanda con un volumen de 8,7 millones de toneladas de cemento, cuya proyección del 4to Trimestre nos permite visualizar un crecimiento para el año de aproximadamente un 19,11%, cuya cifra estimada podría encontrarse unos 7,21 puntos por encima de las proyecciones actuales del desempeño del PIB para el corriente año.

El volumen final de demanda del corriente año terminará impactando positivamente en el período más duro del Covid-19, con una caída de (-11,47%) en 2020 y hasta superar el mercado alcanzado durante el año 2019, quien había mantenido un descenso de (-6,84%). Recordemos, si bien la demanda de cemento principalmente es absorbida por el mercado de la construcción privada, las obras públicas también aportan a su evolución, en donde el fuerte descenso señalado bien pudo obedecer a la cancelación de la mayoría de las obras públicas ocurridas durante el año 2018, debido al plan de austeridad impuesto por el Fondo Monetario Internacional al anterior Gobierno como condición para el otorgamiento del súper crédito de aquel entonces.
Por otra parte, a las cifras del buen comportamiento del mercado de la construcción acontecido durante el presente año la podemos comparar con el desempeño de la industria en general, en efecto en octubre de 2021, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) elaborado por el INDEC, da cuenta de un acumulado entre enero-octubre de 2021 que representa un incremento de 17,0% respecto a igual período del año 2020.
La evolución de la construcción por jurisdicciones
Una vez conocidas las cifras de demanda de cemento totales del país, resulta muy relevante observar cómo se distribuye la misma a nivel nacional, en nuestro análisis tendremos en cuenta la participación del consumo acumulado de cemento por distritos, entre el año 2011 y el 3erTrimestre de 2021, para compararlo con las proyecciones de población al año 2021 efectuadas por el INDEC; dada ya la lejanía del último Censo de 2010, cuyos datos se visualizan en el siguiente gráfico, mediante la participación de ambos factores antes señalados.

En cuyo gráfico también podemos observar la alta participación que alcanzaría la Provincia de Buenos Aires, en términos comparativos en el total de la población del país (38,66%) y del consumo de cemento, con el 37,39% de la demanda.
Así también, si efectuamos el análisis del promedio de la desviación estándar de la participación de cada una de las jurisdicciones de ambos factores analizados, resulta un desvío de 0,46%, ello permite señalar la alta correlación existente entre la participación de la población y el consumo de cemento, cuya desviación estándar solo se aparta en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Córdoba; en la primera la menor incidencia de la construcción, puede obedecer, entre otros factores a que prácticamente la misma no contó con los beneficios del Plan PROCREAR I, en razón que los precios de terrenos situados en ella, dejaban afuera de la operatoria al potencial tomador del crédito de la operatoria de construcción individual. En la segunda, en forma opuesta, la demanda de cemento supera en participación a la participación de la población, probablemente relacionado con el alto impulso de la construcción privada y el desarrollo de las obras públicas ocurridas en el distrito.
Mientras, en el resto del país, las participaciones de la población y la demanda de cemento lucen en su comparación, muy cercanas.
La evolución de la construcción, antes y post Covid-19
La evolución de la construcción, antes y post Covid-19 Para coronar el cierre de nuestro análisis, realizaremos la misma comparación anterior, pero en este caso tratando de observar el comportamiento del consumo de cemento por distritos, en forma acumulada antes y después del Covid-19, en donde en los grandes conglomerados urbanos del país, la construcción creció más durante el último período señalado, probablemente a consecuencia del fuerte crecimiento de la construcción en los desarrollos suburbanos, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires, quien no cuenta con el influjo de este mercado y además perdió población a expensas del desarrollo suburbano.

En el caso de la Provincia de Buenos Aires, también se visualiza una breve disminución en la participación de la demanda de cemento en el período post Covid-19 pero ello, podría obedecer a que siendo un área con una alta población, también cuenta con grandes centros urbanos que pudieran haber emigrado hacia otras localizaciones del interior del país y quien además, en el último año y medio en algunas áreas de este gran distrito ocurrió un notable boom inmobiliario en términos de lotes adquiridos, nuevas casas en construcción o antiguas reformadas, junto a la mejora sustantiva en el precio de venta de los terrenos.
Como conclusión, podemos puntualizar el fuerte crecimiento de la demanda de cemento durante el corriente año, por un lado, la reanudación de muchas obras públicas a nivel nacional y el fuerte crecimiento de la vivienda suburbana, particularmente de nuevas construcciones, significando para el público de las grandes urbes la búsqueda de más amplios espacios junto a la posibilidad de trabajo desde el hogar.
Por otra parte, se visualiza la existencia de una alta correlación entre la participación de la población en los distritos del país y el consumo de cemento. Por lo tanto, todas las medidas o acciones que el Gobierno de cada período pueda implementar y que beneficien a la construcción, su efecto es multiplicador en la inversión inmobiliaria, el empleo y en el desarrollo de esta gran industria de industrias.

Autor: MDI Dr. Juan Carlos Franceschini
Director Máster MDI Argentina y Escuela EIA (CIA)